BIBLOGTECA IES ROMANO GARCÍA

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viernes, 5 de julio de 2019

RELATOS GANADORES 2019





  Por fin os dejamos los relatos premiados de este año. Para escribirlos, nuestros "plumillas" se inspiraron en la imagen anterior.


CATEGORÍA A (6º DE E. PRIMARIA)

   Este año el jurado ha decidido dar dos primeros premios; a Lucía Ruiz Gajate, del colegio Ls Purísima de El Llano, y a Daniel Salamon Lama, del colegio Maestro Jesús García de Lorquí.
Ahí van sus relatos:

   Cuatro amigos tenían un sueño en común; encontrar el país de la fantasía.
   Un día soleado pusieron rumbo a aquel maravilloso lugar; lo malo era que primero tendrán que pasar por un pasillo largo y oscuro. Se decidieron, pasaron asustados, pero cuando llegaron... vieron colores, animales extraños y un montón de cosas maravillosas y espléndidas. Había desde un unicornio hasta un búho como una bola de discoteca. El más pequeño encontró en una esquina, al fondo, una especie de masa formada por cientos de abejorros que zumbaban de un lugar a otro; el mayor no tuvo ninguna inquietud en avanzar hacia la masa flotante, pero conforme se acercaba más iba perdiendo partes de su cuerpo. Empezó perdiendo las piernas, pero él seguía hacia adelante.      Cuando sólo le quedaba la cabeza, todos salieron corriendo para no desaparecer ellos también.
   El pasillo oscuro cada vez se alejaba más y más; el pequeño logró escapar, pero cuando miró hacia atrás sus compañeros habían desaparecido. 
   Corrió y corrió, pero la sombra le perseguía pisándole los talones hasta que... se despertó; menos mal, todo había sido un sueño. Salió de su casa para comprobar que sus amigos estaban sanos y salvos y sí: todo fue un sueño.
                                                             

   Lucía Ruiz Gajate





   Cuatro amigos iban por un túnel oscuro y húmedo. Estaban volviendo a sus casas cuando de repente se encontraron un cadáver tirado en el suelo; ¡era el cadáver de Javier, su profesor de Lengua! Los niños, asustados, intentaron llamar a la policía, pero cuando estaban marcando el número se escuchó un crujido detrás de ellos y... entonces... se vio una masa viscosa y verdosa que se acercaba a gran velocidad hacia ellos. Consiguieron escapar por los pelos, pero luego vieron que el " monstruo" se arrepentía. Los niños le preguntaron que por qué lo hizo y él les contestó:
 - Yo no quería, pero él me amenazó con una pistola diciendo que si no colaboraba tendría que hacer por las malas.

   Los niños se quedaron extrañados, pero no les parecía que Javier pudiese hacer algo así. 
   La aventura de los niños sólo acababa de empezar...
                                                               

 Daniel Salamon Lama


CATEGORÍA B (1º y 2º de ESO)


1er premio:  Andrea Clares (1º A)

En las vacaciones de verano, Alberto, Claudio, Esther y Lucía fueron a pasar unas semanas en un pueblo lejano al suyo, en el norte. Ellos eran muy buenos amigos, llevaban juntos desde el colegio y les encantaba pasar el tiempo descubriendo nuevos lugares.

Habían decidido ir a este pueblo ya que Julio, otro amigo que se había mudado hace un par de meses, les invitó a pasar las fiestas.
   Tras un largo viaje en tren, llegaron al pueblo, verde y solitario, con varias casas que parecían abandonadas alrededor de la calle principal. Habían quedado con Julio en la plaza central del pueblo y de ahí irían a su casa, donde dejarían las maletas.
   Estuvieron esperando en un banco varias horas, hablando de todo lo que iban a hacer y de lo bien que se  lo iban a pasar.
   Al darse cuenta de la hora, Claudio propuso ir a dar un paseo por el pequeño pueblo y así quizás encontrarían a su amigo, posiblemente en otra plaza distinta. Todos aceptaron, pero antes de marchar intentaron comunicarse con Julio, aunque fue en vano; en aquel pueblo no había cobertura.
   Tras varios intentos, decidieron partir. Pasearon por unas calles estrechas y rodeadas de pequeñas casas descoloridas, ninguna habitada, lo que les pareció muy extraño.
   Después de varias vueltas por aquellas preciosas calles, llegaron a una pradera con pequeños montes. Les llamó la atención uno de ellos, con una profunda excavación; era un túnel.
   Esther, que era la más aventurera de los cuatro, consiguió convencer a sus amigos para ir a investigar aquella pequeña cueva que parecía guardar algún misterio.
   Al entrar, todos empezaron a caminar con cuidado para no tropezar en el desnivelado suelo. Habían encendido las linternas de sus teléfonos pero aún así se veía con dificultad.
   Pasaron por muchos pasadizos, anchos y estrechos, largos y cortos, hasta que llegaron a una pequeña habitación desierta. Lo único que se distinguía era una puerta de madera tallada.
   Tras varios intentos, consiguieron abrir la vieja puerta y al otro lado descubrieron un nuevo y precioso bosque, en el que aún iban a hallar impresionantes secretos.


2º premio: Irene Martínez (2º A)



Era un día normal. Como cada mañana, mis amigos Ana y Roberto  y yo habíamos decidido ir al centro comercial, pero Roberto nos guiaría, porque nosotros no sabíamos cómo se llegaba.
   Empezamos a caminar y nos adentramos en un túnel uy oscuro. De repente notamos que alguien nos seguía e inmediatamente empezamos a correr; mala idea, porque nos detuvo una luz blanca y del susto casi nos caemos.
   Cuando por fin pasó ese flash tan horrible miramos alrededor y no entendíamos nada; todo era precioso: árboles de chocolate, ríos que en vez de agua eran de dulce de leche...¡todo un sueño!
   Todos empezamos a comer de todo lo que había, pero yo sentí algo que me tocaba y me decía sigilosamente: "cierra los ojos". Cuando lo hice, algo me sobresaltó y al abrirlos comprendí que todo era un sueño, pero cuanto más lo pensaba más me asustaba. Lo que no entendía era por qué un hombre nos seguía... hasta que recordé lo que me había dicho al oído, aunque todavía nada cuadraba. Aún así, todo quedó en un sueño.



CATEGORÍA C (3º y 4º de ESO)


1er premio:  Clara Hernández (4º A)

   Casandra se encontraba ante un cuadro inconcluso. En él había pintado dos gemelos en las lindes de un bosque disfrutando del paisaje y los animales que les rodeaban. Pero esa obra no era su favorita, ya que nunca sabía cómo continuar plasmando aquel paisaje tan idílico; así que se dirigió hacia otro que tenía más avanzado. En éste se encontraba una chica en un jardín destrozando un castillo de naipes. Un as de corazones rodaba por la hierba, mientras que un comodín lloraba tendido en el suelo tras la salvaje caída. sin embargo, la niña disfrutaba al ver la gran hazaña realizada.
    Al doctor Syford le preocupaba bastante esa obsesión que tenía Casandra por plasmar en sus cuadros aquel momento del que le gustaría formar parte. Lo que todavía no sabía es que esos cuadros iban a ser una puerta hacia la eternidad.
   Aquella misma noche la interna del psiquiátrico de Luna se puso manos a la obra. Pero esta vez era diferente. En cuanto cogió el pincel y lo mojó en el óleo color ocre sus manos empezaron a temblar. Sentía que se debilitaba. ¿Qué le estaba sucediendo?  su cuerpo se había convertido en un cadáver en descomposición.
   De repente se despertó  de aquella terrible pesadilla. Se encontraba en un túnel junto a los personajes de sus cuadros. Junto a ellos avanzó un tanto inseguro hacia la luz, y al traspasarla se dio cuenta de que estaba en el paisaje que tantas veces había repetido en sus cuadros.
   Al fin estaba feliz, al fin estaba junto a los suyos, al fin había escapado de aquel manicomio. Al fin había alcanzado la eternidad.
   

2º premio: Paula Ortega (3º B)

   Son las ocho y media; llego tarde a clase.
   He llegado, toco a la puerta; la profesora no me deja entrar a clase, como otras veces. Me voy a la biblioteca y me siento en una silla. Me duele todo; ayer me golpearon demasiado fuerte en las costillas y no sé si las tengo rotas.
   Suena el timbre. ¿Tan rápido ha pasado la hora? Sólo estaba pensando en mi dolor,  que a nadie  importa. Me voy a la siguiente clase, y así sucesivamente hasta la hora de la salida.. hoy no ha sido un día tan malo: nadie se ha metido conmigo como suelen hacer.
   Llego a casa y como de costumbre, ni mi madre ni mi padre están, pero al menos me han dejado la comida hecha. 
   Acabo de comer después de media hora y subo a hacer los deberes. Los míos y los de ellos.
   Se va acercando la hora. Me estoy agobiando. Salgo de casa. Me voy al mismo túnel donde he ido durante tres terribles años. Ahí me esperan, los cuatro.
   Pasa rápido. Siento una patada, y otra, y otra, y no cesan. Bofetadas, empujones, puñetazos, tirones de pelo, escupitajos. No pasa nada; ya estoy acostumbrado a que no les interese si muero o no. Se van. Me dejan ahí solo, triste.
   Me dejan ahí mientras se burlan de mí, mientras los veo irse. Los veo irse como si no les importara nada, como si no les importara yo.


CATEGORÍA D (1º y 2º de BACHILLERATO)


1er premio:  Daniel Fernández (2º Bach.)

                        "Sin camino hacia la luz"

 -¡Vaya frío hace hoy!- comentaba Pablo acercándose a la hoguera.
-¿Para qué dirás nada?- respondía Edu en tono sarcástico.

   Los inviernos eran inhumanos en aquella cueva oscura con paredes de metal a la que llamábamos casa.
   Sentados alrededor de la fogata, recordábamos nuestra antigua vida antes de la guerra. Edu a menudo expresaba su añoranza hacia su hijo, que murió junto a su madre en un bombardeo; Pablo se preguntaba sobre el paradero de su mujer tras el asalto a la ciudad mientras ella trabajaba. En cuanto a Luis, estaba perdiendo la cabeza y creía vivir aún en 2019.
   La convivencia era cada vez más difícil y los suministros se estaban agotando.
   Me negué rotundamente a morir en esas condiciones infrahumanas; propuse la idea de huir del país y encontrar un nuevo lugar donde vivir. Me ignoraron como si de un loco se tratara.

 - Si tantas esperanzas te quedan aún, hazlo tú- me ofreció Edu.
 - No tenemos otra opción más que quedarnos aquí indefinidamente- argumenté- No tenemos nada que perder. Si no venís conmigo, iré yo solo- finalicé.

   Ante mi seguridad y optimismo, todos parecieron convencidos y dispuestos a intentarlo; Luis seguía a la masa en su situación de ignorancia.
   Caminábamos hacia la salida de aquel túnel y la luz iba siendo más clara e intensa a medida que nos acercábamos. Desde la entrada solamente se veía destrucción: naturaleza maltratada y edificios agrietados y en la ruina.
   Volví hacia dentro para recoger nuestros últimos recursos pero cuando regresé mis  compañeros se hallaban acostados en el suelo sobre una mancha roja. 
   Entonces comprendí que no tenía escapatoria. Decidí recluirme  definitivamente en aquel túnel y sobrevivir en condiciones infrahumanas.
   A día de hoy me siento débil y enfermizo, no me queda comida y apenas agua. Puede que esta sea la última página de mi diario.


2º premio:  Antonio Alacid (1º Bach.)


   Oscuridad, silencio y desesperación se alineaban en la habitación. John, aturdido, despierta en una cámara de madera que le recordaba a esas típicas chozas de invierno. Junto a él, tres personas más repetían sus acciones. Mareados y preocupados no paraban de respirar entrecortadamente; necesitaban respuestas. Katie, Nhiara y Zae sólo recordaban sus nombres, y la impaciencia se apoderó de los cuatro.
   Comenzaron a investigar dónde se ubicaban. Salieron de su habitación para encontrarse con un panorama gélido. Las vistas rocosas impedían mirar más allá del horizonte y la niebla no ayudaba. 
   Nhiara, decidida, animó a los otros tres a dejar el lugar; no conseguirían nada si se plantaban impertérritos a la espera de la muerte con halo helado.
   La determinación movió sus almas y se pusieron en marcha. Una especie de tundra se cernía sobre ellos, y mientras avanzaban vagos recuerdos del pasado atacaban sus mentes. ¿Cuál era el propósito de estar allí? 
   Pasaban los días y se mantenían vivos; la esperanza de Nhiara había calentado sus corazones. No obstante, la preocupación aumentaría. Varias cabañas a lo largo del camino contenían ficheros con información de todos. ¿Esto era parte del plan de una Organización? ¿De una persona? ¿Qué tenían de especial?

   El camino fue arduo. Llegaron hasta un túnel cuya entrada estaba bloqueada. Sin embargo, la complexión física de Zae fue suficiente para quitar las rocas que la tapaban. Al momento de entrar vieron una luz que se vislumbraba al final. Emocionados corrieron hacia allí.
   Hallaron una nota en el suelo: "¿Estáis seguros de poder salir?" decía. Era extraño; ¿quién la habría escrito? Comenzaron a discutir y los enfrentamientos llevaron a que John y Nhiara se quedaran. El vacío llenó todo por completo. La furia había ganado.






martes, 18 de junio de 2019

GANADORES VIII CONCURSO DE RELATOS INSTANTÁNEOS



Lo prometido es deuda; os dejamos el listado de ganadores de la Octava edición de uno de nuestros concursos más populares. Este año hemos batido nuevamente récords de participación, superando con creces los 100 “plumillas”.
   En breve colgaremos los relatos completos. La entrega de premios  tendrá lugar el jueves 27 de junio en la GALA FINAL DE CURSO, que será a las 19.30 h en el Auditorio de Lorquí.

¡¡ENHORABUENA A TODOS!!

VIII  CONCURSO DE RELATOS INSTANTÁNEOS


BIBLIOTECA IES ROMANO GARCÍA



CATEGORÍA A ( 6° PRIMARIA)


1er premio:   Lucía Ruiz Gajate ( Colegio La Purísima)
2° premio:    Daniel Salamon Lama (Colegio Maestro Jesús García)


CATEGORÍA B (1° y 2° ESO)


1er premio:   Andrea Clares Ramírez ( 1° A)
2° premio:  Irene Martínez  Garrido ( 2° A)



CATEGORÍA C (3° y 4° ESO)


1er premio:  Clara Hernández Arana ( 4° A )
2° premio:   Paula Ortega Rodríguez .  (3° B)



CATEGORÍA D(1° y 2° BACHILLERATO )


1er premio: Daniel Fernández Hurtado ( 2° Bach)
2° premio:  Antonio Alacid Luna (1° Bach)

martes, 5 de junio de 2018

RELATOS GANADORES VII CONCURSO DE RELATOS INSTANTÁNEOS




    Por fin tenemos los relatos que han resultado premiados en el concurso de este año. Los afortunados podrán recoger su premio en la Gala final de curso, que tendrá lugar el próximo 28 de junio.

    CATEGORÍA   A (6º de E. Primaria):

                   1er premio: "El castillo de las alturas", de Andrea Clares Ramírez
                   2º premio: declarado desierto.

    CATEGORÍA   B (1º, 2º y 3º de ESO):

                   1er premio: "La desaparición del pez nº 45", de Rocío Rufranco Gadea.
                   2º premio:    Relato sin título de María Moreno Carrillo

    CATEGORÍA   C (4º de ESO y Bachillerato):

                   1er premio:"Las almas en pena se las lleva el mar", de Daniel Fernández Hurtado 
                   2º premio: declarado desierto.


¡¡¡ENHORABUENA A LOS GANADORES!!!


 



"El castillo de las alturas" (1er premio Cat. A), de Andrea Clares Ramírez.

   Oscurecía en Villalturas. Las luces de las farolas comenzaban a encenderse, y los jóvenes del pequeño pueblo salían de sus casas.
   Un grupo de amigos se reunía en la plaza central del pueblo, donde contemplaban el encendido de las luces del castillo, en lo alto de la montaña.

   Juan y Marta nunca habían visitado el castillo, al contrario que sus amigos.


-- Entonces, si no habéis ido nunca, podríamos ir ahora-- propuso David.

--Yo sé un atajo--añadió Isa.
--¡Pues vamos!!--exclamaron Juan y Marta al unísono.

   Recogieron sus cosas y se dirigieron hacia el castillo. El atajo de Isa era corto, pero tenía un inconveniente; era un camino muy escarpado, pero a los amigos no les importó. Tras varias caídas y tropiezos, llegaron al castillo.


   El viaje valió la pena, sólo para ver las vistas del pueblo desde aquella maravillosa colina.






"La desaparición del pez nº 45" (1er premio Cat. B), de Rocío Rufranco Gadea.
   Sólo una ola, tan sólo una ola. con el corazón atravesado en la garganta avancé un paso más con cuidado de no firmar mi sentencia de muerte poniendo el pie en una roca más pequeña o húmeda de lo normal. Apenas habían pasado dos meses desde la muerte de mi padre y nunca pensé que volvería a la escena del crimen. Aunque las incógnitas de suicidio o asesinato eran a partes iguales, sabía que mi padre no se había tirado por ese acantilado.
   El olor a sal penetró en mis fosas nasales y el pelo poco a poco se iba humedeciendo; el agua de las rocas se introducía por la abertura de la suela de mi bota izquierda. Después de esta excursión me harían falta muchos caldos de pollo y aspirinas. Me sabía raro el hecho de que mi padre viniera todas las mañanas a este sitio a pescar, ya que observando la magnitud de las olas era prácticamente imposible. Entonces caí en la cuenta de que era imposible que desde el mini saliente donde yacía alguien hubiera muerto en el caso de que se hubiera tirado o lo hubieran empujado. Me froté dos veces la nariz y decidí subir al saliente más alto de la bahía...

   Una vez allí, el viento soplaba más fuerte, hacía aún más frío y las olas imponían mucho más. Apoyé el pie derecho entre dos robustas rocas y el izquierdo (empapadísimo hasta por entre los dedos de los pies) lo dejé caer un poco más hacia adelante sobre una roca plana cubierta de musgo verde. Subir, para mi sorpresa, no había sido más complicado de lo que me enseñaron en el rocódromo hace cinco años, pero bajar me producía más "canguelo". Y entonces apareció la ola más grande que jamás, en mis veinte años de vida, había visto. A pesar de que esa ola podría haberme matado, al fin y al cabo habría muerto viendo una maravilla. De repente un estruendo me sacó de mi idea de fallecimiento perfecto y ante mí vi cada gota de agua romperse en la piedra  que salía justamente a unos diez metros de mis pies.


   En ese momento fue cuando comprendí que mi padre no podía estar muerto.



Relato sin título (2º premio Cat B), de María Moreno Carrillo
   Aquí estoy, otra vez en el mismo sitio de siempre, donde puedo despejarme y olvidarme de todos mis problemas.

   Hoy mi perrita Mal, mi única compañera, se ha puesto enferma. La he llevado al veterinario y me ha dicho que con tratamiento mejoraría, pero la enfermedad seguirá ahí. He confiado en él y ahora estoy más tranquilo, porque cuando estoy aquí, casualmente el mar se mueve acorde a mi corazón, y eso me tranquiliza.

   A veces pienso que no es casualidad; yo nací en esta playa, así que podría tener algo que ver. Luego dejo de hacerlo y empiezo a pensar que estoy loco.

   He llegado a mi casa. Mal está durmiendo, hoy está muy cansada, espero que mañana esté mejor. No soporto verla así; ella antes era muy nerviosa.



   Ya han pasado seis meses desde el día en que empezó a tomar sus medicamentos. Cada día está mejor; poco a poco vuelve a ser como antes y cada vez tiene más ganas de jugar conmigo. Todos los días vamos a dar un paseo a la playa. Pero hoy la noto más nerviosa de lo normal; he decidido sentarme en el acantilado con ella; en el mar había olas y conforme pasaban las horas el mar más se agitaba.

   Yo estaba nervioso porque mi perrita estaba desganada otra vez. He intentado despertarla para llevarla a casa, pero parecía que quería quedarse allí, así que nos quedamos y al final me dormí.

   A medianoche me desperté y vi que Mal no tenía pulso. Me puse muy nervioso y, de alguna manera, el mar también. Intenté reanimarla, pero ya no servía de nada.


   De repente, el mar estalló como lo hice yo.


   Desde ese momento, sé que puedo controlar el mar con mis emociones y voy cada vez que puedo, a deshacerme del dolor y del malestar.




"Las almas en pena se las lleva el mar" (1er premio Cat. C), de Daniel Fernández Hurtado 
   Algunas personas afirman que las almas resucitan; otras, que se reencarnan en otros seres, pero lo único que sé es que las de mis seres queridos hoy se encuentran calcinadas. Aún puedo recordar el rostro de mis hijas, Ana y Clara; y de mi mujer, Elena, justo en el momento en que discutimos y decidí abandonar la casa en busca de algo con lo que distraerme, sin saber que en cuestión de horas se produciría semejante catástrofe.

-¡Venga, vete! ¡Huye de los problemas, como siempre!- me gritaba Elena mientras atravesaba el marco de la puerta principal- ¡Ya te arrepentirás de irte!- y no le faltó razón...


   Paseando me encontraba por las calles principales del pueblo cuando me di cuenta de que llovía suavemente y decidí buscar algún lugar en el que refugiarme. Entré a una pequeña taberna donde solía quedar con amigos, y desde una de las ventanas podía apreciar cómo lo que parecía una simple lluvia primaveral iba convirtiéndose en una tormenta.


   Miraba la lluvia a través de la ventana y oía el viento sonar al chocar contra la persiana, lo cual he de decir que me parecía de lo más relajante.
   Pasado un rato, más calmado y siendo consciente de que si no volvía ahora no podría hacerlo después a causa de la lluvia, decidí emprender el camino de vuelta.

   Estaba casi llegando cuando divisé unas llamas que asomaban por las ventanas de mi casa, a la que acudí corriendo para socorrer a mi familia, siendo ya demasiado tarde...


  Acudieron los bomberos y dos ambulancias, todos diciéndome que lo sentían, pero sin tener idea alguna sobre cómo me sentía yo. Decidí entrar a mi casa de madera chamuscada, apreciando las brasas de la chimenea tras el gran incendio, y decidí salir corriendo a buscar un lugar donde poder desahogarme y llenar el vacío que había en mi pecho.


   Hoy yo, Juan Hernández, me encuentro aquí, en el acantilado frente al mar, mientras caen gotas de lluvia sobre mi rostro, pensando en cómo podría ser capaz de vivir con este vacío. Puedo divisar una ola gigante que se dirige a mí. Por un momento he pensado en huir para que no pueda atraparme... pero ya no hay marcha atrás.






jueves, 31 de mayo de 2018

CONCURSO DE RELATOS



   Los nombres de los ganadores del concurso de relatos de este año se darán a conocer en este blog el próximo lunes 4 de junio.

sábado, 26 de mayo de 2018

¡¡¡¡NOVEDADES!!!!



   Se acerca el final de curso, y la Biblioteca ha hecho una última compra para que tengáis más opciones de lectura que refresquen estas calurosas tardes.

  Hemos tenido en cuenta prácticamente todas las "desideratas" que nos habéis hecho llegar a través del buzón de sugerencias, así que esperamos que el próximo curso sigáis demandando  y recomendando vuestros libros favoritos.

  Aquí os dejamos unas imágenes con los expositores y el corcho donde podéis leer fragmentos y sinopsis de todas las NOVEDADES, que algunos de nuestros alumnos lectores ya se han llevado a casa este fin de semana.

domingo, 22 de abril de 2018

UN REGALO PARA EL DÍA DEL LIBRO






   Este año tenemos un regalo muy especial para celebrar el día del libro con todos nuestros alumnos; el autor Jordi Sierra i Fabra, uno de los máximos exponentes de la literatura juvenil actual, nos ha enviado un vídeo respondiendo a las preguntas que nuestros alumnos (muchos de ellos lectores de sus innumerables novelas) le hacen.

   Este autor, vocacional sin ninguna duda, pues dio sus primeros pasos en la creación literaria a los 8 años, ha recibido una larguísima lista de premios literarios por sus novelas, muchas de las cuales se encuentran en las estanterías de nuestra biblioteca. Además, dirige la Fundación que lleva su mismo nombre; se trata de una entidad sin ánimo de lucro cuya misión es el fomento de la lectura y de la  creación literaria.

   A los que aún no lo conocéis, os invitamos a descubrirlo y a leerlo. Para ello os dejamos el enlace de su página web:

http://sierraifabra.com/?lang=es


  Y, cómo no, el maravilloso vídeo que os dedica especialmente a vosotros. Lo hemos fragmentado para poder colgarlo en el blog.

  ¡¡¡MUCÍSIMAS GRACIAS, JORDI!!!





















LIBROTERAPIA



   Inauguramos una nueva sección en nuestra BIBLIOTECA, un rincón donde nuestros alumnos pueden encontrar libros que servirán de terapia para superar las múltiples dificultades y obstáculos que nuestros adolescentes encuentran en esta edad. Novelas, libros de psicología, de terapia emocional... historias de adolescentes para adolescentes. 

  Bienvenidos a LIBROTERAPIA.